Madrid, 17 ene (Prensa Latina) Aguas pasadas (…) reza un longevo refrán popular, algo que hoy le viene como anillo al dedo al segundo derbi madrileño del fútbol español en apenas una semana.
Será en octavos de final de la Copa del Rey, a un solo partido y con mucho morbo de «vendetta» del Atlético de Madrid, herido doblemente ante su enconado contendiente de la capital española, el Real Madrid.
El pasado año, en cuartos de final, los colchoneros del argentino Diego Cholo Simeone cayeron en alargue 1-3 ante los merengues del italiano Carlo Ancelotti.
Un partido con polémica arbitral y otra remontada del Real Madrid, con empate del brasileño Rodrygo a los 79, tras el gol de Alvaro Morata a los 19; diana del francés Karim Benzema a los 103 y el remache de otro canarinho, Vinicius a los 121.
Sucede que el pasado miércoles, también en tiempo extra, la «casa blanca» volvió a concretar una emotiva remontada en la primera semifinal de la Supercopa de España, para doblegar al Atleti 5-3.
Remate de cabeza de Mario Hermoso para el 1-0 favorable a los colchoneros. Respuesta de la «casa blanca», también de cabeza del alemán Antonio Rudiger, a los 20 y una joya del francés Ferland Mendy de tacón en el área dieron la vuelta al cotejo.
Sin embargo, llegó la igualada por gol de bella factura a los 37 minutos del galo Antoine Griezmann, y a los 78 autogol de Rudiger en una jugada confusa con Alvaro Morata y el portero Kepa para el 3-2.
Cuando todo parecía definitivamente un alegrón del Atleti, vino el empate tras una sucesión de remates y el acierto de Dani Carvajal por los merengues a los 85. La prolongación dejaría en claro que el Real Madrid era el amo y así, a los 116, en otra jugada de enredos en el área, Joselu Mato puso el marcador 4-3 para los blancos.
Faltaría una carrera de alta velocidad y la precisión en el remate a larga distancia y a puerta vacía del ascendente Brahim Díaz, para superar en el minuto 122 al guardameta esloveno Jan Oblak, quien se había desplazado al área rival buscando el empate.
-BORRON Y CUENTA NUEVA
Con más días de descanso y relajamiento, ya que el Real Madrid ganó la final de la Supercopa de España al Barcelona 4-1 el pasado domingo, las huestes de Simeone quieren cambiar la imagen e ir a por todas en la Copa del Rey.
Algunos expertos consideran que es, de hecho, el único título al alcance del Atleti, distanciado a 11 puntos del Girona y a 10 del Real Madrid en LaLiga y con pocas probabilidades de avanzar en la Champions League.
Volverá a apelar a las excelentes prestaciones ofensivas de Morata y Griezmann, tal vez con alguna ayuda del argentino Angel Correa y el neerlandés Memphis Depay, aunque el problema básico a resolver es la contención en el medio campo y el cerrojo en la línea zaguera, que no funcionan. Además de la apuesta segura por el esloveno Oblak en la portería, Simeone deberá apostar por el uruguayo Giménez, el belga Witsel o el montenegrino Savic en la defensa, con el respaldo del argentino Nahuel Molina y brasileño Lino de laterales más retrasados.
Enfrente, no parece deslizar sorpresas Ancelotti. Volverá el ucraniano Lunin bajo los tres palos, con Nacho y Rudiger de centrales, Carvajal y Mendy en los laterales, y el famoso rombo en la medular con el germano Kroos, el francés Tchouameni, el inglés Jude Bellingham y el incombustible uruguayo Valverde.
En la delantera, los «correcaminos» Rodrygo y Vinicius, y en la reserva nada menos que otros veloces y polivalentes jugadores, Brahim Díaz y Eduardo Camavinga.